En este artículo hemos querido recoger diversas opiniones sobre esta campaña, que se alargará hasta finales de año y que tiene como eje central la Visión Cero. Según este principio ético, el único número aceptable de personas muertas o heridas graves en las carreteras es cero.
La directora del Servicio Catalán de Tráfico, Eugenia Doménech, lo tuvo claro desde el primer momento: la campaña se tenía que basar en la Visión Cero, y quería una campaña dirigida al corazón, que apelara a las emociones e hiciera reflexionar.
RELATOS CORTOS
Con motivo del Día del Libro, en este curso, se ha vuelto a realizar un concurso de relato corto, cuya temática propuesta ha sido la Educación Vial y el Medioambiente. De dicho concurso han salido dibujos y relatos preciosos donde el alumnado muestra la importancia de aumentar la conciencia medioambiental, de cuidar nuestro entorno y de hacerlo ya, porque cuanto más tardemos en reaccionar, más difícil será recuperar nuestros bosques, nuestros ecosistemas, y nuestra salud. Y de nuestra herencia dependerá la vida de nuestros hijos, y la de los suyos.
Dejamos algunos de los relatos presentados.
La ciudad de la Luz y la ciudad de la Oscuridad.
Al sur de España había dos ciudades. Esas dos ciudades se llamaban la Ciudad de la Luz y la Ciudad de la Oscuridad. Esas ciudades eran muy competitivas, la ciudad de la luz era preciosa, no tenía apenas contaminación, en aquella ciudad todo era reciclado. La electricidad venía de la luz del sol, los semáforos tenían un mecanismo con el que cuando el semáforo estaba en rojo se activaba una barrera transparente para evitar los accidentes de coches, camiones... En esta ciudad era más abundante el uso de la bicicleta, el patín eléctrico y los coches hidroeléctricos. Los parques tenían muchísimo espacio en el que poder jugar, correr y pasear con la bicicleta, ya que habían habilitado el carril para bicicletas. Esta ciudad no tenía basura tirada por el suelo ya que inventaron máquinas específicas para limpiar y cuidar la ciudad. La ciudad cada año construían más de 100 pasos de peatones. En los colegios los niños y las niñas usaban portátiles, móviles y tabletas para el aprendizaje de la seguridad vial, y otros temas. Los niños y niñas de la ciudad de la Luz aprendían a respetar la seguridad vial (todo lo contrario que los habitantes de la Ciudad de la Oscuridad, que no respetaban las normas de seguridad vial).
La Ciudad de la Oscuridad era todo lo contrario, tenía mucha contaminación, en aquella ciudad no reciclaban, los semáforos consumían muchísima electricidad, en aquella ciudad los coches funcionaban con gasolina y diésel, lo que ocasionaba mucha contaminación. Los habitantes apenas podían respirar a consecuencia del humo de los coches y fábricas. Los parques serán diminutos, apenas tenían carriles para bicis, en los colegios apenas utilizaban la electrónica, sólo consumían papel y ese no lo reciclaban.
Un día el alcalde de la Ciudad de La Luz fue a visitar al alcalde de la Ciudad de la Oscuridad, y cuál fue su reacción, que se llevó las manos a la cabeza al ver la Ciudad.
El Alcalde tuvo una conversación con el Alcalde de la Ciudad de la Oscuridad ya que su ciudad le parecía ruidosa, sucia... y le dijo que los habitantes iban a enfermar por tanta contaminación de coches y fábricas. Al ver su reacción, el Alcalde de la Ciudad de la Oscuridad dijo:
- ¡¿Por qué?!, ¿Tan mal ves mi ciudad?-
-¡Sí!- dijo el alcalde de la ciudad de la Luz. -¡Te invito a que vengas a mi ciudad!-
A la mañana siguiente quedaron ambos alcaldes para visitar la Ciudad de la Luz. El Alcalde de la Ciudad de la Oscuridad se quedó muy sorprendido ya que era todo lo contrario a su ciudad. Dijo sorprendido: -¿Qué puedo hacer para mejorar mi ciudad?-.
El alcalde le marcó unas pautas a seguir par que su ciudad mejorara. El Alcalde de la Ciudad de la Oscuridad regresó a su ciudad muy preocupado por lo que había dicho su amigo y convocó una reunión entre los habitantes de la Ciudad de la Oscuridad.
- Queridos ciudadanos, ayer visité la Ciudad de la Luz y es todo lo contrario a nuestra ciudad. Ya sé por qué enfermamos los habitantes de nuestra ciudad. Es a consecuencia de la contaminación de coches y fábricas, - explicó. -¡He decidido que tenemos que hacer algo! Por ejemplo bajar la contaminación de los coches!- Dijo el Alcalde.
Un ciudadano le preguntó: -¿Cómo podemos hacerlo?
- Tendríamos que cambiar los coches de gasolina a coches eléctricos, poner paneles solares, poner carriles-bici, poner cursos para la seguridad vial, reducir las fábricas… - contestó el Alcalde.
Los habitantes de la Ciudad de la Oscuridad después de varias semanas restaurando su ciudad, bajaron la contaminación, arreglaron calles y todo lo que había dicho su amigo el Alcalde de la Ciudad de la Luz. Y así fue como la Ciudad de la Oscuridad fue cambiando a mejor.”
Carolina Prieto, 6º de Primaria.
La Ciudad de Mis Sueños.
¿Cómo sería la ciudad de mis sueños? Me hacía esta pregunta frecuentemente y nunca supe como contestarla.
Un día decidí buscarle una respuesta... Agarré un cuaderno de la estantería y empecé a escribir:
“LA CIUDAD DE MIS SUEÑOS”
La ciudad de mis sueños estaría rodeada de naturaleza, como bosques y praderas, donde no hubiese basura tirada por ahí, sino en las papeleras.
En esta ciudad habría placas solares en la mayoría de las casas y establecimientos, ya que es un tipo de energía renovable.
Una ciudad en la que todo el mundo respetase las Leyes de tráfico. Semáforos y pasos de peatones respetados. Habría aceras para pasear y al lado un carril bici para evitar accidentes.
En esta ciudad habría huertos y fábricas. Por supuesto sin que las fábricas contaminases el entorno natural.
En esta ciudad habría huertos para evitar tener que salir de esta y no contaminar tanto con los residuos que provocan los coches.
En esta gran ciudad habría gasolineras tanto para gasoil como para coches eléctricos.
Sería una gran ciudad. Sostenible y respetuosa.
Eso escribí en aquel cuaderno. Lo dejé en la estantería. Ojalá que no se quede en un simple sueño...”
Nuria Jiménez, 1º de ESO
Un mundo sin humo.
“Un día de abril, día 12, una familia vio un programa en la tele, diciendo que el mundo estaba muy mal porque el humo de las fábricas y de los coches estaban afectando a la atmósfera, Se sintieron súper mal porque ellos tenían tres coches y los utilizaban mucho. Hablaron entre ellos para que pudieran arreglar un poco el mundo y no utilizar tanto el coche. Se pusieron de acuerdo para despertarse un poco más temprano e ir en un solo coche los dos. Se levantaban a las 6:30 cuando antes se levantaban a las 7:30. Se vistieron y recogieron como siempre, salieron de su casa y la mujer llevó al hombre al trabajo porque ella era vendedora de cosas para las farmacias y tenía reuniones para negociar. Al tiempo de una semana no sólo se sentían bien con ellos mismos sino que si cada vez la gente utilizaba menos el coche no se contaminaba tanto, y el mundo estaría mejor. Ellos hicieron una reunión en su pueblo para concienciar a la gente que no utilizara tanto el coche. Y no sólo eso, si no que reciclaran más y así el mundo iría mejor. Algunos hicieron caso y no utilizaban tanto el coche, reciclaban.. pero otros no hicieron nada (pero mejor era alguno, que no nadie). Algunos trabajaban en fábricas y buscaron remedios para que no hubiera tanto humo pero no encontraron ninguno. Se pusieron a pensar y pensar, para las fábricas no encontraron, pero para los coches sí, uno de ellos trabajaba en hacer coches e hicieron coches eléctricos, también utilizar el autobús y no tanto el coche. Todos, poco a poco, se acostumbraron y ese era su día a día, pensar un poco, cada vez más, en el mundo.
Alejandra Costela, 6º de Primaria
La Hiperactividad, entendida como el exceso de movimiento, del paso de una actividad a otra de manera constante, puede convertirse en un problema, y la persona que la sufre puede presentar dificultades para realizar determinadas tareas, más si va ligada a déficit de atención. Se presenta con frecuencia en nuestros Centros. No siempre supone grandes problemas en su día a día para el alumno, pero a veces puede requerir ayudas externas y la intervención por parte de Especialistas y el trabajo coordinado con la familia y su tutor/a.
En este mismo concurso de relatos cortos, y a propuesta del Organizador y compañero Raúl Cerezo, de que participásemos los docentes, busqué un momento para escribir un pequeño relato, con el que, intentando ceñirme a la temática de la Educación Vial y el Cuidado medioambiental, también diera visibilidad a esos niños y niñas que presentan necesidades derivadas de la Hiperactividad.
STOP CONTAMINACIÓN.
Siempre-Tengo-Obligación-de Parar. STOP.
Desde que el padre de Miguel le enseñara el significado de esta señal, Miguel supo que no lo olvidaría. Ahora de hecho, lo utilizaba en otros muchos contextos, por ejemplo siempre que le provocaban, antes de responder impulsivamente o antes de decir alguna palabrota si estaba enfadado.
Pero no sólo esa señal, todo lo que hacía en el colegio o en casa a diario, giraba en torno a las señales de tráfico. Así le resultaba más fácil también para él aprenderlas.
Desde pequeño, Miguel sentía que “el no parar” y “tanta actividad” no era más que un problema para sus padres.
-¡Para ya!, ¡deja de correr!, ¡no toques esto!, ¡no toques aquello!, ¡espera tu turno!.... era una constante en su vida y lo que repetían a todas horas sus padres.
-¡Jo, qué pesados!,- pensaba. Si no podía ni moverse, ¿cómo iba a aprender a hacer las cosas?.
Pero mejor que os lo cuente el propio Miguel:
- Cuando entré a 1° de primaria me dijeron que lo que me pasaba es que era “mega activo”, “super activo”. O algo así-.
Me preocupé un poco, bueno... un poco... bastante... Mentira, muchísimo. Lo de ser “super” mola, pero “super activo, “hiper activo” “mega activo”, o como sea, viniendo de los mayores.... era para preocuparse.
Pronto aprendí que se debía a mi forma de hacer “a toda prisa” las cosas, hacer las cosas impulsivamente, y a veces sin pensar bien, sin pensar si es así como hay que hacerlas, y sus consecuencias. Siempre a toda velocidad. Pues igual que cuando voy en bici, a todo gas. Así pensaba que acabaría antes y podría hacer otras cosas.
Aunque me he ido dando cuenta que a veces no es tan bueno. Te puedes “estrellar”. Sí, estrellar. No se sabe cuándo pueden fallarte los frenos, encontrarte un obstáculo, o aparecer alguien.
Con la palabra STOP, escrita en aquella señal que tantas veces veía al final de mi calle, aprendí lo que importa tener paciencia. Al menos un poquito de ella, porque sigo siendo un mega super activo de esos.
Como hay tantas señales de tráfico, y me gusta fijarme en ellas, juego a que me ayuden en mis actividades. Fijaos: las rojas, por ejemplo, son... un poco chungas. Hay que tomarse esas actividades en serio. En mi agenda, los días que tengo exámenes, los rodeo en rojo, y también lo que me ordena mi madre, es como que me llega volando en color rojo, prohibido y prohibido. Las azules, son como las normas de mi clase, o los deberes si quiero aprobar, muy importantes también.
Me ayuda mucho la del triángulo al revés, invertido, por ejemplo antes acostumbraba a responder antes de acabar de preguntar la seño, pero en clase hay niños un poco lentos y ahora espero a que respondan antes que yo, porque antes no esperaba a que terminaran de preguntar y ya estaba diciendo la respuesta. Ahora he aprendido a que aunque me sepa la respuesta de casi todo, debo dejarles a ellos también, que a veces las saben y a veces no. Tengo que dejarles una oportunidad. Me cuesta no hablar, pero eso significa la señal del triángulo invertido: esperar a que el otro hable primero y hasta que me lo diga la seño. Cuando voy paseando con mi bici las veo muchas veces, y sé que hay que esperar a que pasen los otros conductores.
En clase de Ciencias hemos trabajado el tema de la Contaminación. Es un problema supergordo, superchungo, megagordo, o megachungo, y se lo he explicado a mi hermano pequeño, que nunca quiere ir a casa de la abuela andando. Le he explicado que hay que hacer STOP a la contaminación. No lo que dice la señal del triángulo del revés, sino la señal roja: Obligación de parar, parar de contaminar, de tirar tanta basura...
Es un tema que me pone de los nervios, pero de los nervios de enfadarme. Hoy me han felicitado en clase porque dice mi seño que soy más paciente y que se nota en los trabajos. Yo le he dicho:
- Seño es muy fácil, STOP es muy corto de leer, y no dice nada, pero si repites lentamente siempre-tengo-obligación-de-parar, que es igual que esperar, cuando acabo de decirlo, mi cabeza y todo mi cuerpo está más tranquilo y me sale todo mejor. Le he dicho que son muy importantes las señales de tráfico. Luego le he enseñado un dibujo que hicimos mi hermano y yo en casa. Le ha gustado tanto que ha hecho mogollón de fotocopias y las ha puesto por todo el cole y en el pueblo.
STOP Contaminación. Peligro para todos.
Obligatorio ir a pie. Obligación de cuidar el planeta.
La seño, que es tan lista, y sabe que me gusta ir en bici, me ha enseñado un truco para mejorar la letra: el lápiz es mi bici, y debo manejarla bien, ir por el camino de mi libreta, cuidando hacerlo dentro del renglón sin salirme. Y hasta hay señales de tráfico: obligatorio m antes de b y p, prohibido juntar las palabras….Uf, hay tantas señales de esas que creo que se me van a olvidar. ¿Habrá alguna señal de: permitido hacer lo que quiera?-
Emilio Alba
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